Gracias a que un grupo de jóvenes creativos y artistas: Tatiana Pereira, Betto Gomez, Mónica Copete, Susan Pijaran y Camilo Ossa, tomaron conciencia de la preocupante situación ambiental y la necesidad de hacer algo al respecto, es que se fueron forjando los cimientos de este nuevo proyecto, el cual plantea un cambio de conciencia hacia la naturaleza a través del diseño, el arte y las comunicaciones.
Transformar la conciencia de la gente es el objetivo prioritario, además de lograr posicionarse como una empresa ambiental promotora de cambios mentales en la sociedad a través de movimientos y campañas culturales; con productos audiovisuales y eventos de alto impacto.
Proyecto Gaia arranca con una fiesta de inauguración el 31 de julio en la que se exhiben todos los objetos que ellos mismos reciclan y que convierten en arte para vender: muebles, lámparas, accesorios, etc. Además se exhibe la muestra de Julio Rodríguez, y su trabajo de lámparas con botellas plásticas y esculturas con basura. Ese día el performance se vio complementado con la presentación de ‘Ladyguana’, banda que mezcla en sus canciones elementos electrónicos con instrumentos musicales elaborados con materiales como pvc, madera, y plástico, “esto le da al sonido un toque primitivo y microtonal”, asegura el grupo.
Para el 21 de agosto se realizó la presentación y despedida de ‘Laura’, un auto ecológico proveniente de Canadá, con destino a La Patagonia, que usa como combustible aceite de cocina quemado y que viaja con la bandera de ríos libre, para su liberación de la contaminación y de la construcción de represas en las reservas naturales.
En este evento, la reconocida artista, Camila Bernal, hizo dos ‘bodypainting’ con temática ambiental, mientras el lugar era amenizado por ‘Pacha Rota’, una banda musical colombiana que pinta sonidos ‘verdes’, con canciones como ‘Sueños de libertad’, ‘Nazarea’, ‘En la calle, en la noche, en la ciudad’ y ‘Trampas’, manejando las líricas justas para este concepto.
La importancia de reciclar
La esencia de Proyecto Gaia reside en el reciclaje, “en ampliar las posibilidades de diseño con este tipo de material, para así innovar a través de campañas, talleres, y eventos, siempre buscando generar un cambio social”, explica la directora del proyecto, Tatiana Pereira.
Según Pereira, “con la comprensión de su importancia y al llevarlo a cabo se está colaborando con el aseo y convivencia, se ahorra energía, se reducen los costos de recolección y el volumen de los residuos sólidos, se conserva el ambiente y se reduce la contaminación, se alarga la vida útil de los sistemas de relleno sanitario, hay remuneración económica en la venta de reciclables, se protegen los recursos naturales renovables y no renovables, y se ahorra materia prima en la manufactura de productos nuevos con materiales reciclables”.
Preocupación medioambiental
El origen del interés para crear Proyecto Gaia presiona desde la problemática ambiental en Bogotá, ya que la capital colombiana se encuentra entre las cuarenta ciudades más contaminadas del mundo, siento la más del país y la tercera en Latinoamérica.
Esto es debido, en parte, como producto del alto e ineficiente consumo de energía. Bogotá (y sus áreas circundantes en Cundinamarca), por ejemplo, consumen el 24 por ciento del total de la energía que consume Colombia.
El río Bogotá es otro tema alarmante, ya que es uno de los más contaminados del mundo; tiene muy altos niveles de sustancias contaminantes y a su paso por la capital se convierte en un río muerto.
Contaminación por residuos
Según el DAMA, Secretaria Distrital de Medio Ambiente, solamente Bogotá produce 4.000 toneladas diarias de basura y el país cerca de 20.000, de las cuales 14.000 son de origen doméstico, ocasionando graves problemas en su manejo, muchos de ellos peligrosos, debido a la escasez de recursos técnicos, humanos y financieros para su control. Muy pocas ciudades cuentan con rellenos sanitarios que operen con tecnología adecuada, en otras los residuos son enterrados, dispuestos al aire libre o vertidos a las corrientes de agua. Según la empresa Ciudad Limpia, para el 2016 Bogotá ya no contará con un relleno sanitario más, pues con la cantidad depositada diariamente estos están colapsando.
Actualmente Proyecto Gaia abrió, en su galería, un espacio de café-bar, y sigue buscando apoyo (recursos), por parte de diferentes entidades, para poder llevar a cabo todas las campañas ambientales.
Proyecto Gaia
Cra 9a N 62-37
Tel: 7037540
Todos los jueves a las 7 pm hay clases de Yoga
Otras propuestas de reciclaje
Mini- mal
Esta propuesta integral presenta un espacio donde se consiguen objetos que han sido creados a partir de material reciclado, hechos por distintos diseñadores: ‘Cyclus’, ‘Ecosinc’, ‘5-76’, ‘Nixa’, ‘EMCI’, ‘Olor a Tierra’, ‘Manojo’, ‘Belciclar’, los cuales realizan carteras con neumáticos, billeteras y sobres con papel plastificable o a base de ‘tetra pack’,
libretas en papel reciclado de algodón, bolsos y billeteras hechos con potadas de discos, vallas publicitarias, y además manejan una línea de jabones, champús, desodorantes y crema dental que son realizados con aguas manantial, sin conservantes y con sus cultivos, plantas propias, para darle así un mejor uso a los recursos disponibles. “La idea es apoyar la biodiversidad con la preservación del medio ambiente, hacer el menos mal posible” asegura Vivian Aguilar, encargada del almacén.
Aguilar explica que Mini-mal también tiene un restaurante con el que se busca generar sabores exóticos, a partir de un ejercicio de investigación-creación gastronómica con los recursos de la geografía colombiana, con la idea de descubrir diferentes sabores de muchas frutas y verduras que mucha gente desconoce.
Su objetivo es obtener el mejor resultado estético, poético y funcional con el menor costo posible, aprovechando al máximo los recursos, optimizando y reciclando.
MINI-MAL
CRA 4 a A 57-52 Teléfono: 3475464
Horario cocina:
Lunes a miércoles: 12:30 a 3:00 p.m. y 7p.m a 10 p.m.
Jueves 12:30 a 3:00p.m y 7p.m a 11 p.m.
Viernes y Sábado 12:30 hasta 11 p.m.
Cyclus
Esta empresa trabaja, hace siete años, desde el diseño industrial para la creación de productos ecológicos. Primordialmente utilizan y transforman neumáticos para hacer accesorios, con la finalidad de aminorar el impacto ambiental. Según su gerente comercial, Ximena Vélez, “esperan seguir creciendo con la creación de nuevos objetos reciclados, para lo cual hacen una fuerte investigación. Esperan desarrollar: cuadernos, libretas y agendas (en diciembre), jabones de tocador (el año entrante), ropa con textiles ecológicos, al principio importados, luego producidos en Colombia. También buscan ampliar la línea mobiliaria: lámparas que son hechas a base de filtros de aire de bus y camión, botellas, y mesas de centro a base de tambores de lavadoras”.
Cyclus
Tienda: Carrera 7 con 54, costado oriental. Tel: 2497204
Nuevo cuartel general: Transversal 22 Bis No 60-65 Tel: 2126425
Q-curucho
Debido a la preocupación medioambiental de artistas y diseñadores surge Q-curucho desde finales del año 2006, para preservar el medio ambiente desde el ámbito del diseño y generar conciencia ecológica en los clientes, “quisimos crear objetos utilizando como materia prima lo que para la mayoría de las personas sería considerado desecho”, afirma Clara Moreno, su directora, quien agrega, “nos parece interesante el reto de darle otro uso adicional a los elementos que supuestamente ya caducaron su ciclo de vida.
Cada material que llega a nuestro taller es un material menos que se deposita en un basurero”. “Uno de los principales problemas medioambientales actualmente es la basura electrónica y la industrial, así que viendo que es la basura que casi nadie recicla, decidimos enfocarnos en ella para crear nuestros productos”, agrega Moreno.
Q-curucho espera, además de abrir una ecotienda propia, la creación de una fundación medioambiental, en la que se haga labor social, capacitando y empleando población vulnerable como desplazados o comunidades indígenas. También están interesados en hacer campañas educativas de concientización.
Q-curucho
CRA 70 F #99 A 78 (Pontevedra)
Tel: 2539210
Por Catalina De la Torre G.
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