Derrick Jensen es un activista e intelectual, escritor de varios libros, con tendencia anarquista y primitivista, cuestionando los orígenes y el progreso de la civilización. Sus ideas repercuten en la autosuficiencia y el ecologismo de manera radical, volviendo a las bases de la comunion integral con la naturaleza. 
Su articulo "
Forget Shorter Showers" (Olvidémonos de las duchas cortas) publicado en Julio de este 2009 en el Magazine Orion, criticá de manera sustancial las tendencias ecologicas que son resultado de pequeñas acciones individuales. Es un texto un poco largo que vale la pena leer con mucha atencion, porque puede generar pólemica y sanas discusiones.
Desde mi punto de vista, estoy de acuerdo con lo que dice Jensen, pues creo que hace falta mas que tratar de 'ser ecologicos' para superar los problemas sociales, medioambientales, economicos en que andamos metidos. Hace falta exponer las debilidades de un sistema corrupto, insano desde todo punto de vista con el planeta tierra, y asi construir alternativas para mejorar nuestra llamada 'civilizacion'. 
El Proyecto Venus es sin duda una alternativa que puede ayudar a rediseñar una sociedad enferma, pues involucra desde su planteamiento una visión global e integral de los factores que han degenerado la sociedad humana, como por ejemplo, el sistema monetario, para ello se propone una economia basada en recursos.
Creo que Jensen no debe ser malinterpretado en su articulo, su critica no es destructiva o irracional contra aquellos que creen que con hacer pequeñas acciones locales van a salvar al mundo, mas bien, es una invitacion a que cada uno de nosotros haga algo mas que esto, a que formemos parte más activa para producir cambios sociales que generen un mayor bienestar a la sociedad humana. No solo basta hacer una revolucion de cosas pequeñas, hace falta que estas sean relevantes.
Al final, dejo un video de una entrevista a Derrick Jensen, como premio al buen lector.
Bueno esta es mi opinión sobre el particular articulo, ¿vosotros que opinais?
Olvidémonos de las duchas cortas,  o por qué el cambio personal no implica un cambio político.
Por Derrick Jensen ¿Acaso alguna persona en su sano juicio se lanzaría de cabeza al cubo de la basura para parar a Hitler? ¿O creería que el hacer compost habría acabado con la esclavitud, o lograría la jornada de ocho horas de trabajo? ¿Se creería que cortar leña y acarrear agua habría sacado a los presos de las cárceles zaristas, o que bailar desnudo alrededor del fuego ayudaría a elaborar la ley de derecho al voto de 1957, o la ley de derechos civiles de 1964? Entonces, ¿por qué ahora, con el mundo entero en juego, hay tanta gente que se retrotrae a las “soluciones personales”? Una parte del problema es que hemos sido víctimas de una campaña sistemática de desorientación. La cultura del consumo y el pensamiento capitalista nos han enseñado a sustituir por actos de consumo individual la resistencia política organizada. “Una verdad incómoda” ayudó a elevar la conciencia sobre el calentamiento global. Pero ¿se dieron ustedes cuenta de que todas las soluciones que presentaba tenían que ver con el consumo personal, con cambiar las bombillas a bajo consumo, inflar las ruedas, conducir la mitad, etc. y que no tenían nada que ver con quitar el poder a las grandes empresas o parar el crecimiento económico que está destruyendo el planeta?  Si cada persona en los EE. UU. hubiese hecho lo que la película sugería, las emisiones de carbono de los EE. UU. se habrían reducido apenas un 22%. El consenso científico es que hay que reducir al menos el 75% de las emisiones.
O hablemos del agua.    
   
  
 
¿Qué nivel de destrucción hará que empieces a oponerte?

 
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire