jeudi 2 avril 2009

Una de carros

Ford, General Motors (de ahora en adelante GM) y Chrysler.


¿Que diría (el antisemita) Henry Ford, inventor de la producción en cadena, padre de los automóviles Ford, de lo que está pasando desde finales de 2008 con el sector automotriz? ¿Qué diría el padre de los buenos salarios y del "weekend", para que sus trabajadores pudieran comprar carros (que ellos producían) y salir a pasear por carretera con sus familias los fines de semana?. Yo creo que este señor no diría nada y se (re)moriría de un infarto.


GM, la coautora del asesinato del coche eléctrico y sus otras dos amigas, vienen ahora a pedirle al Congreso de los Estados Unidos que los salve de la debacle.


¿Por qué los contribuyentes y sus impuestos tendrían que salvar a tres empresas que no tienen a la innovación como su credo, que durante décadas vivieron amparadas de las cuotas (restricciones) a los carros importados de Japón y de los altos aranceles?


¿Por qué estas tres empresas ahora abrazan a la intervención estatal y al socialismo como sus más fogosas amantes, cuando toda la vida, en teoría, defendían el "libre mercado" y se abanderaban como "el corazón de la economía" de los Estados Unidos?




¿Por qué aguantarse el chantaje y la manipulación moral, con videos en los que anuncian que si no se les rescata (GM), se van a perder también millones de empleos indirectos, haciendo este anuncio cual terrorista que se sube a un avión forrado con bombas al cinto a hacer peticiones que nadie puede ignorar?


Y no, la culpa no es de los trabajadores de ninguna de estas empresas. Gente honrada que se parte el hombro todos los días. La culpa no es de sus sindicatos tampoco. La culpa es de los codiciosos y egoístas accionistas de estas empresas. Y también de sus directivos, con sus bonos inmorales de millones de dólares. Que no se vengan a rasgar ahora las vestiduras diciendo que sólo van a cobrar un dólar de sueldo al año. ¡No!


Y que no hagan que todos los trabajadores de Estados Unidos se maten entre ellos cual pirañas, al tratar de ubicar la culpa en los beneficios de los trabajadores del sector automotriz, a los que ahora les quieren hacer renunciar.


Lo que está en juego aquí es aún más grande. Es la suerte de la clase media de los Estados Unidos, la que hizo grande a ese país. No se puede aceptar la tesis de: "¡Si yo estoy mal, nadie puede estar bien!", que le quieren vender a los trabajadores. Aceptar esa tesis es darle la bienvenida al feudalismo, en el que solo hay dos clases, luego de la destrucción de la clase media: Señores y siervos.


Repito, aquí los culpables son los accionistas y los directivos, por su desidia, por su indolencia, por su avaricia, por no innovar, por su desfachatez, por su sinverguenzería.


Al menos los 3 presidentes (CEO's) de estas tres empresas automotrices tuvieron que ir al Congreso a dar explicaciones y a decir qué iban a hacer con la plata que les dieron (que se las dió fue el Ejecutivo al final del día), cosa que no hicieron los bandidos de los bancos, porque ellos están por encima de cualquier ley. ¡Ah si! Lo que pasa es que la mafia de los bancos tiene al Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson (expresidente del -infame- Goldman Sachs) en la palma de su mano.


Pero no siento ninguna simpatía por los CEO's automotrices tampoco, que fueron a la primera audiencia en el Congreso en sus jets privados y luego al menos fueron manejando desde sus oficinas para la segunda. Ni por eso.


Y volviendo a los bancos y a la "descaradez", ¿cómo es posible que al brazo financiero (¿"armado"?) de GM: GMAC, le permitan convertirse en un banco comercial, sólo para recibir una parte de la repartija del salvamento a los bancos? ¿Han escuchado o escucharán de alguien con una cuenta de ahorros en GMAC?.


Eso solo demuestra la codicia y promiscuidad del "capitalismo de bandido" que practican estas grandes corporaciones. Es como quien va construyendo una casa por partes y en el primer piso monta una panadería, en el segundo una discoteca y en el tercero una casa de lenocinio. El que construye éste edificio al menos lo hace "de frente". En cambio, estos "tipos" lo van haciendo en las madrugadas de los lunes.


En los buenos momentos le "hacían pistola" a todo el mundo y en los malos, enternecen la cara y llegan con un volumen de "El Capital" de Marx debajo del brazo a pedir ayuda.


¿Alguien me puede hablar de algo más ridículo que "El Zar de los carros", que es lo que están proponiendo ahora? ¿Y luego qué? ¿El gobierno de los Zares? ¿El "Zar de las hamburguesas", el "de las papas", el "de la yuca", "el del porno"?


El sector automotriz está muerto en los Estados Unidos (y tal vez en todo el mundo). Y en vez de comenzar decentemente de nuevo, con todo el aparato productivo que aún les queda (que es lo único "real", lo que realmente importa) y recuperar la imagen y la innovación; en vez de eso, los accionistas de las "tres hermanitas", se quieren llevar a la tumba a todo el mundo con ellos.


Mención honorífica para Hyundai que, le embute un carro con la promesa de que si usted en el siguiente año pierde su fuente de ingreso (i.e. lo echan del trabajo), se los puede devolver. ¡Eso si es ser humanitario! ¿Usted qué preferiría en tiempos de crisis, comer o comprarse un Hyundai?



Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire