Uno de los ejemplos acerca de la abundancia en una economía basada en recursos (que es lo que este Movimiento propone), tiene que ser, claro, el de las bibliotecas y los libros.
Cuenta Jacque Fresco, creador del Proyecto Venus, que cuando se implementó la idea de las grandes bibliotecas públicas, los grandes editores de libros corrieron espantados a protestar lo que para ellos era "el fin del mundo" (el de ellos, claro).
Según su razonamiento, la gente al tener acceso gratuito a los libros, los iba a dejar de comprar y este sería el fin de las editoriales.
Pues al final del día sucedió exactamente lo contrario: la gente al tener acceso a los libros comenzó a comprar más, porque tuvo la oportunidad irrestricta de ver obras afines a sus intereses.
Esto es lo que hacen el miedo y la miopía de la visión del corto plazo: estancar al mundo.
Menos mal no se le hizo eco a las editoriales.
Pero como nuestra propuesta es la de un mundo sin una etiqueta de precio, va lo siguiente:
Si tenemos libros y ya los hemos leído, sería bueno compartirlos con otras personas a las que creamos les pueden interesar, que sabemos, no los van a dejar olvidados en un estante, regalar o donar a una biblioteca.
El conocimiento y la sabiduría son emergentes, para de un eterno devenir.
No suena fácil la idea, pero se puede. Además ¿de qué sirven todos esos libros apiñados en nuestra biblioteca más que para alimentar nuestro ego, si no podemos compartir sus ideas con alguien más?
Se pueden dar una vuelta por el cementerio para ver lo efímero de nuestro paso por esta realidad, que incluye nuestras "posesiones".
Finalmente, unas breves "reglas" para el prestamista y el prestatario de los libros:
1. Si usted recibe un libro que le regalaron, por favor léalo. Para eso se lo dieron.
2. Nadie está obligado a hacer lo que no quiere. Si el libro que le pasaron no es de su interés o no tiene tiempo para leerlo o no puede, pues no incurra en la tortura de leerlo.
3. Independientemente de si escogió las opciones 1 o 2, por favor, "rote" el libro, páseselo a alguien mas.
El libro tiene que "fluir" como el agua. Tenga en cuenta que el agua que se estanca, luego de un tiempo comienza a oler a feo.
4. Por favor recuérdeles las reglas 1, 2 y 3 a las personas a las que les pase los libros.
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